Contexto

La Republica Federal Democrática de Nepal es un pequeño país incrustado entre dos gigantes, la India y la China. 

La religión principal es el hinduismo (80% de la población), pero el país cuenta también con budistas (10%), musulmanes y cristianos.

Nepal es uno de los países más pobres del mundo ; un cuarto de la población vive bajo el umbral de la pobreza.

Nepal se caracteriza por una situación política, económica y social precaria.
La corrupción es muy fuerte (ocupando el 126° lugar de 175).
El desempleo es masivo (46% de la población activa).

Durante los últimos años el nivel de vida de los nepalís ha progresado muy poco.  El ingreso mensual es de 10 000 Rps (U$98).
El salario de un cargador es de Trek es de 1200 Rps al día (U$ 11 al día).

Un fuerte crecimiento demográfico, asociado a un débil desarrollo económico contribuyen a limitar o a degradar el nivel de vida de una gran parte de la población. Al igual que la inflación (rondando el 10%). El desarrollo del turismo (con la “industria de Trekking”) desafortunadamente ha traído consigo un aumento considerable en el costo de vida.

Nepal es sumamente dependiente de sus vecinos (comercio exterior).
El país posee recursos naturales en minería, pero su explotación no es rentable a causa de los relieves del país.  El potencial en energía hidráulica es importante (poseyendo el 0,3% de las reservas mundiales de agua) sin embargo los inversionistas son precavidos a causa de sismos que afectan al país. Existe inversión extranjera, desafortunadamente la corrupción ha llegado a tal punto que los beneficios no llegan a las poblaciones locales las cuales están abandonadas.

La agricultura le da trabajo a dos tercios de la población, pero es una agricultura esencialmente de supervivencia, que se basa en un sistema feudal de alquiler (5% de la población posee el 40% de las tierras) y en la explotación de los campesinos más pobres.

La sociedad nepalí es extremadamente patriarcal, tradicional.

Como siempre, los más vulnerables, mujeres y niños son las primeras víctimas del abuso en todos los campos: trabajos forzados, prostitución, contrabando , etc.

La violencia hacia las mujeres es omnipresente (privación de educación, humillaciones, maltratos cotidianos y torturas). La práctica de la dote paterna es una plaga para los padres y las familias pobres optan por retirar a sus hijas de la escuela para así gastar lo menos posible en la dote. Por cierto un proverbio indio precisa que « criar una hija es regar el jardín del vecino ». No tener hijos hombres es considerado como una maldición.

El país está marcado por una gran inequidad ante la educación. Según el sexo, la casta, la etnia o su ubicación geográfica, un niño tendrá (o no) acceso a la escuela… Casi tres cuartos de los niños (evidentemente las niñas) no asisten más que a la escuela primaria y a veces de forma irregular.

El trabajo infantil es una realidad. En las regiones rurales montañosas, las niñas no son enviadas a la escuela ya que están obligadas a trabajar en el campo.

Los niños de la calle son numerosos. Casi 11,000 jóvenes viven en orfelinatos (que son a veces falsos  albergues inescrupulosos , creados con el objeto de suscitar donaciones de visitantes generosos).

En fin, el contrabando de seres humanos es desgraciadamente muy frecuente. Los captadores operan en los pueblos prometiendo una mejor vida… Las jóvenes nepalís desprotegidas, sin educación, son vendidas (a veces por sus mismos padres) para terminar como esclavas domésticas , prostituidas (¡existen entre 100,000 y 200,000 nepalís en la industria del sexo!) o realizando trabajos forzados en las construcciones (en India, Malasia, Líbano o países del Golfo Pérsico, privadas de sus pasaportes).

En el contexto general, el sismo de 2015 tuvo consecuencias desastrosas.

De una magnitud de 7.8 en la escala de Richter, los sismos empeoraron la situación del país de una forma catastrófica. 8,500 muertos, 18,000 heridos, decenas de miles sin alojamiento (500,00 casas destruidas o dañadas). En total, 8 millones de nepalís fueron afectados, lo que representa cuarto de la población. Los terremotos fueron particularmente violentos en Langtang (la región montañosa y rural en la cual interviene la Fundación Sahayogi). La zona fue teatro de pesadillas y de tragedias. Los pueblos y los cultivos fueron devastados, recubiertos de piedras de un espesor de 70 a 300 metros.

 

La reconstrucción a nivel nacional fue estimada en 4,5 mil millones de dólares. Hay que reestablecer las rutas, reconstruir los edificios, reestructurar los cultivos en terrazas, sembrar los campos devastados y atraer a los turistas. La supervivencia del país depende en parte de la ayuda internacional.

Varios años han pasado ya después de la catástrofe y la población en las montañas aún vive en condiciones precarias: hambruna, viviendas destruidas o en ruinas, una larga y penosa reconstrucción (sin ninguna maquinaria, solamente la fuerza de los brazos y las piernas), la población pobre y aislada, niños sin escolarizar y sin ninguna perspectiva real de un porvenir…

Por medio de la Fundación Shayogi, una organización sincera y competente, aporte su apoyo a la población nepalí en dificultad. ¡Ofrezca una educación de calidad a los niños de las montañas, para darles la oportunidad de mejorar su vida, la de sus familias, la de su país!